viernes, 25 de abril de 2008
Mas que eso
y te requiero
antes, despues
y aqui
es decir,
ahora.
te quiero
mirandome
mirandote
miradonos
y tambien
fingiendo
no hacerlo
te quiero
y a veces
no quiero
Quererte
tanto
pensarte
tanto
y tantas
veces
en la vida,
tambien,
en algun
momento,
desapareces
escondes tu
luz cotidiana,
tus ojitos
“quiereme”
no estas,
pero vuelves
en canciones
retornas
radiante
aerea
ondulante:
gaviota.
ocupas el cielo
gobiernas
estado,
y corazon
porque
te quiero
y requiero,
y probablemente
mas que eso.
martes, 15 de abril de 2008
Por quererte
Este lapiz
Entre mis dedos
A fuerza de corazon
No precisa una palabra
Mas bien te busca,
En las siluetas
Que dibuja
Sobre el
Papel.
Intenta
Un poema
pero se distrae
cantando sueños,
describe distraido
el mapa de tus ojos,
y escribe –corazon-
tan pequeñito,
escondido...
siempre
...
en tu
mirada
aquietada,
mi sortilegio...
hoy queria hacer
un poema de amor
radiante como el sol
estribillo del alma
pero he preferido
anudar tu risa
a mi mano
derecha,
apegar-
amor
en
mi
sábado, 12 de abril de 2008
Soy un hombre feliz
cuando te acercas
hasta mi corazón
y tanteas con tus uñas
ojos y sonrisas a la vez
mi buen amor ilusionado
vas hasta mi pecho
para surtir tu hermosura
e imagino ahí
que me quieres
y soy ese hombre feliz
que te deja sonreír, llorar
y sólo te mira sin saber qué hacer
porque te quiere
pero me doy cuenta
que siempre dibujas
sobre mis sueños
como los enamorados
en sus cuadernos de matemática
corazones traspasados
y encerrado en ese dibujo
va tu estratégico nombre
y otro que no es el mío
pero el cual tu adoras.
A veces se sienten
Tus sofisticadas uñas
Como agujas frías
que aprovechan
Mi propio corazón...
Hasta donde te echas
Como una niña muy pequeña
Para escribir contenta
Tu nombre que yo amo
Y otro nombre del que yo reniego
Y sólo sonrío
Cuando debería molestarme
Mejor dicho
Me enfurezco
Con una sonrisa
Y digo algo así:
No te preocupes
que yo voy
Por la flecha para darle
A este corazón empeñoso
El remate justo.
Para un final
Y no recuerdo donde puse
Mi maletin repleto
Con mis palabras usuales
Con todas mis palabras, mias
Mis fragiles Herramientas,
Suficientes para mis versos
Antes aprovechaba mucho:
Beso, mano, suspiro,
Alma, corazon y sueño.
Para escribir poemas
De amor edulcorado.
Despues me trajeron
Los pajaros de plumas oscuras
Mensajes en sus ojos
Que transcribi a mis huesos
Para no olvidarlas
Con el tiempo
Lleve a todas partes
Mis frio, solo, triste
luna, silencio y lagrima
A las plazas, mercados,
Iglesias y calles obcenas.
Y no supieron
donde Quedarse.
Despues quise utilizar
Una y sola palabra:Yo
Y desde su altura Conoci el mundo
Pero no fui feliz.
Y deseche el Yo
Te busque
Y propuse a mi poema,
la palabra: contigo
mi maletin no aparece
mis palabras son necesarias,
importantes y preciosas.
Sin embargo,
Podria bien olvidarlas
Dejarlas todas perdidas,
Menos una.
Todos los significados
Que laten, soplan y persisten
No importan,
Las lagrimas tristes
y los besos del alma,
Podrian desaparecer
Para siempre.
Y lloraria un rato por ellas.
Pero si me quedo sin ti
Si no vuelvo a decir, Escribir:
Contigo
En este poemaY en los siguientes...
(...)
Solamente contigo
No necesito nada mas contigo.
Sencillamente
La poesia, sencillamente
Tacitamente
sin incertidumbres,
son tus ojos
despues de las lagrimas
un poema se descuelga
de tus pestañas
y atrapa con su tristeza
mis caricias de hombre bueno
deseo ante todo un beso
saludo y reniego tus besos
aspiro tus labios y saliva
tu blusa, tus cabellos, tu sonrisa
te ansio, cuerpo, amor, ternura y beso
noche con estrellas
y sin ellas
te quiero desde antes
y para siempre
como un niño caprichoso
te quiero
tu eres indispensable
como el frio para los pobres descalzos
como el hambre a los niños
como el amor a los poetas
la lluvia te desnuda despacito
devela tus ojos reincidentes
tu mirada con lagrimas
cenizas
y el ruido de una fragua
son los suspiros de tu alma
riachuelos
con peces transparentes
sobre todo: te amo, te amo
y debo ponerlo en hojas
en los cuadernos en desuso
en las playas a medianoche
en las flores mas bonitas
escribir estas palabras:
te amo
en incandescentes estrellas
en gelidos extramuros
en el cielo, en todas partes
te amo
hasta cansar las manos
Estàs en mi cabeza
un poema triste :(
asi lo presiento,
y no me demorare
midiendo las palabras
no detendre
rayos letales con flores
ni gritos con pañuelos
pronuncio mis huesos $/%/(&(
con su sangre misma
y pronuncio: tristeza :S
con todas sus cosas
talvez este llorando
T T
y lo escribo
como si fuera importante
y pido perdon
por mi corazon en subasta
por la falta de modales
por los ojos y la boca
por mi sinceridad.
inoportuna
:.......:
y gracias a todos
por la onza de alegria
de pisco con inca kola
mil gracias con suspiros
buenas noches a las sabanas,
saben...
tiritan las paginas del periodico
hace falta un buen fuego >>>>>>>>>>>>
aqui adentro <<<<<<<<<<<<
cafe caliente y biscochos
o besos con tus ojos mas arriba "
si pues y...
buenas noches
aqui llueve como ayer ::::
una paloma me distrae las lagrimas
(...)
() solo me queda lo siguiente:
despues de tanto:
-duerme y que sueñes bonito :)
--
del poemario : Alcoholemia, versos de tolerancia cero
Corazòn
al hospital entro con una herida casi mortal a la altura del pecho, el corazon a descubierto manaba sonrisas que vencieron el esparadrado y las manos urgentes de las enfermeras. los medicos revisaron al herido y coincidieron que era necesario extirpar la causa de su alegria que en cualquier momento podria colapsar y provocar un shock cuya consecuencia seria la muerte o una vida maravillosa, preferian no arriesgarse por temor a una acusacion de negligencia.
prepararon las tijeras esterilizadas y se prepararon para ahondar la cavidad toraxica. a traves de un cardiograma los cirujanos observaban las reacciones del problema, el tempestuoso ritmo cardiaco enconaba con picos la pantalla del aparato. el dulce eter no hacia efecto en el alma del paciente que pronunciaba palabras que humedecian la mascarilla.
la operacion duro unos minutos, retiraron el organo afectado y lo depositaron en un envase con formol para conservar aquel corazon sobredimensionado por la felicidad.
en una cama del area de recuperacion y con una aguja condensada en el brazo, el intervenido recobraba el color de sus mejillas mientras recordaba el nombre y la carita de una mujer. en el hospital le dieron suplementos para la cordura, antioxidantes y placebos milagrosos. sin embargo y a pesar del tratamiento un corazon rebroto en su interior , intentaron con penicilina y otros farmacos sin resultados.
Los encargados del nosocomio ante la peticion del enfermo por irse le hicieron firmar algunos papeles para hacerlo unico responsable de su futuro. dos viejos vestidos con batas blancas y con estetoscopios le acompañaron mientras le recomendaban dietas, ejercicios y nada de ilusiones. Recibio los consejos con atencion hasta que descubrio en la recepcion a ella, habia venido, y le recibio con un beso en la mejilla.
Ambos medicos con las manos en los bolsillos volvieron a sus consultorios con olor a desinfectante, uno le decia al otro mienmtras andaban por el largo pasillo: es muy bonita, cualquiera se enferma y hasta se muere por un angelito asi...
En una banquita (canciòn)
En la placita de cotahuasi
se quedo mi corazon
contigo
mirandote la carita
preciosa cotahuasina,
contigo,
todita la tarde
contando las estrellas,
tus lindas pequitas.
En una banquita
cerca a la iglesia
te vi sonreir
y dibujar un corazoncito
en tu rodilla,
cotahuasina
de ojos bonitos.
En la noche
estabas mas linda
no habia luna en el cielo
porque estaba conmigo
la luna mas bella
y sonreia
preciosa
la niña cotahuasina.
Yo digo
Estas palabras
de quererlas cantar
se han llenado de estrellas
y son suficientes
cuando las cuento
(las tardes de domingo)
para rendir con ellas
promesas de amor
Palabras
que contigo
a veces son deseos
palabra fugaces y brillantes
que advierten
noches sin sueño
desvelos tiritando los "te quiero"
Hasta tus ojos
y desde tus pies frios,
mis palabras circundan
en su cancion
tu sonrisa pequeñita
Te dejo la cancion
sobre la almohada,
canto de palabras deshojadas
con torridos suspiros.
Porque mi amor es
una plegaria
que invente
mientras dormias...aquicito
show tv
Abandonaron la atencion que dedicaban al aparato y le hincaron con la mirada, lo reconocian del aburrido pero eficiente “gana y gana” que transmite el canal mas sintonizado de la ciudad, en horas de la tarde, cada melancolico domingo.
Le escucharon quejarse blandiendo un microfono en sus manos blancas y pecosas.
La familia de cuatro integrantes se interesaron en el inaudito acontecimiento y decidieron buscar un medio para devolver al mediocre animador a la pantalla chica. Idearon mil estrategias; pulsaron el control remoto con direccion al pequeño de traje y no consiguieron regresarlo a su mundo de camaras y reflectores.
Lo motivaron a intentar cruzar el frio vidrio de la pantalla, sumergir su existencia en la caja de plastico negro de 21 pulgadas, El hombrecito apreto la palma contra el televisor pero no consiguio atravesar el aparato.
Sin obtener resultados cuando le dieron al "off" del mando a distancia, el intruso no se disperso en filigranas de luz azul. Peor aun permanecia en medio de la sala observandolos preocupado y maravillado por la ingenuidad de adultos y niños.
Idearon mil maneras inutiles porque todos sus intentos fueron estimulados por la fantasia inservible que a diario entrega la television.
La magia imperecedera e ingenua sobrevolaba las cabezas de los presentes, el mas pequeño recogio el control remoto y marco el numero que correspondia a otro canal 205. La imagen de un escenario fastuoso, paredes de carton pintadas con estrellas y el simbolo del dolar, un publico aburrido, y exhuberantes modelos con minifalda apabullan a la teleaundiencia con ya casi dos horas de lo mismo, musica de fondo y comerciales.
Finalmente aquella familia de la urbe, aconsejo al artista de los chistes malos que regala dinero y esperanza por dos horas, regresar al escenario por una via comun. Tomar un taxi que lo traslade a la sede del canal televisivo que se encontraba a varias cuadras de aquella casa.
Se despidieron sin efusion, le entregaron una moneda para que pague la carrera y los cuatro personas vieron partir al taxi amarillo por la gran avenida. el hasta luego fue memorable, se sentian conmovidos.
el padre y la madre cruzaron una mirada complice al acabar aquella escena de teleserie y el primero recogio el control remoto y cambio de canal para evitar la presencia de otro inesperado visitante en la sala de su casa, por lo menos este dia.
En ese momento hubieran sido oportunos los aplausos, mientras comenzaba la ending de la teleserie, los creditos y las escenas cumbre de aquel capitulo. Sin embargo era la vida real.
Luna
A tropel escribo estos párrafos. La luna en el cenit de la noche emana el encanto que me transforma en la criatura, el licántropo, el hombre-lobo.
Escribo porque sé que esta noche moriré y deseo contarte como empezó mi tragedia y como he decidido darle fin.
En la incansable búsqueda de libros prohibidos que hice en mi juventud encontré un sinnúmero de volúmenes, tratados de hechicería e incunables que aseguraban transformar el mercurio en oro. Ninguno me importó tanto como el Necronomicón, el libro de los muertos, oí de él en los conciliábulos secretos de viejos aspirantes a la eternidad, alquimistas y orates. Con deseos de poseerlo arriesgue la poca fortuna que poseía en interminables viajes hasta que la casualidad llevo a mis manos una hoja del Necronomicón.
La búsqueda acabo con mi juventud, le dedique diez años a la empresa y después pasaba los días con sus noches observando los caracteres impresos en el papel, ocupaba mi tiempo observando los espeluznantes dibujos que formaban los conjuros que ansiaba pronunciar.
Inicie una nueva búsqueda, encontrar a la persona que sea capaz de descifrar la pagina del libro de los muertos. Le halle al cabo de un año, un misántropo de dedos largos y rostro huraño. El dinero no importaba, acepte su precio. Espere las semanas convenidas con impaciencia, sufriendo infernales pesadillas que ahora comprendo, eran avisos, advertencias para no continuar.
Me entrego los papeles y no hice caso a su miedo que sudaba y temblaba y ansioso regrese a mi casa, asegure la cerradura de la puerta principal y me encerré en la habitación dedicada a mi excentrica vocacion. Pensaba que tenía conmigo el más valioso de los tesoros.
Puse el manuscrito bajo la flama temblona de la vela. Acerque la cabeza y leí con susurros el texto. Asaltado por la excitación creí escuchar el aullido distante de un perro.
Leia un sortilegio no podria ser otra cosa, " Acerca tu corazón al borde de este abismo/ Mira el lago donde son ahogados los desesperanzados/ Es un lago de sangre en donde cada noche reposa la luna su pálido reflejo/ donde las estrellas lloran su propia muerte / y los lobos acercan sus hocicos a la orilla para beber de el, sedientos"
Un fantasma o la misma muerte me miraba sobre el hombro, agazapada, porque al pronunciar la ultima palabra del hechizo, la que selló el conjuro, sentí un aliento helado pasar por mi cuello y una mano de uñas largas golpeo la mesa con furia. Asustado volteé para verle y el intruso sopló la flama y me dejo en la penumbra. Espere sentado en un rincón del cuarto a que llegara el alba.
Desde esa noche perdí la voluntad y enferme. Me veía en el espejo y encontraba el rostro de un moribundo: los párpados hinchados, los labios secos, la piel cadavérica y mis cabellos ya no eran negros sino grises. No tenía hambre para los alimentos que me daban ni sed para el agua o el vino. Sufría de interminables fiebres que me colmaban las noches de pesadillas y despertaba abatido.
A la medianoche del segundo mes de haber sido victimado por el terror, después de hundirme en mi sillón, perdí la mirada en el cielo constelado, en las nubes que se hacían jirones en el contorno de la luna y cuando el último rizo nebuloso desapareció, un rayo lunar cayó sobre mi, fulminante. No pude resistir la fuerza que transmitía, la energía que surtia y grité. No, no grite, un aullido fue el que partió de mi boca y lleno el espacio y fue correspondido por el lamento similar de los perros.
Salte, rompí el cristal de la ventana y a una velocidad impresionante burle un carruaje en desuso que estorbaba en la calle y me sumergí en la obscuridad del callejón, el olfato me guiaba, percibía el olor de la sangre. El instinto me dominaba, destrocé el enrejado, entonces vi que no eran mis manos sino las garras de una fiera. Con ellas hice astillas la puerta, andaba agazapado y bufaba, al ver centellear mis pupilas en el metal pulido comprendi porque retrocedió y trató de correr pero sus piernas se tropezaron con el taburete. El olor de su sangre me hacia salivar, escuchaba su corazón y los ruegos de su voz cascada. Arranque de cuajo un pedazo de su cuello y luego otro; me dirige al vientre y hurgué sus entrañas, hambriento. Al saciar mi apetito bebí la sangre que se encharcó en el piso.
Creerás que me he vuelto loco. Que finalmente mis extrañas aficiones por lo oculto y los enigmas del mundo me han hecho perder la razón. Ojalá fuera así. Cada noche de luna pierdo el control de mis actos, me transformo en el animal, salvaje, infernal e invencible. Maldigo mi destino, los periódicos dieron cuenta de la terrible muerte de dos hombres y una mujer. Soy yo el asesino.
He pensado matarme para acabar a la vez con la bestia pero con el boquete de la pistola en la sien no pude presionar el gatillo. En realidad "Eso" esta a mi lado todas las horas del día pero solo las noches de plenilunio ejerce completo dominio y me utiliza para satisfacer su abominable apetencia. Te escribo y el lo sabe, esta aquí, conmigo.
Pero esta noche moriré y pondré fin a mi tormento, estoy seguro, acabara la pesadilla y tu serás el testimonio de lo que he vivido y sufrido.
El rayo de luna entra a la habitación, me busca, ondea las cortinas y acaricia mi mano, aún tengo tiempo. Acabas de llegar, tocas la puerta. Debes saber que nadie puede detener la maldición solamente se libra de ella trasfiriendola. Esta noche serás tu el que herede mi condena. Te haré leer el conjuro, aducire que es un poema que redacte, seré libre y podre morir. Terminar con la vida es mejor a continuar existiendo así, matando y despertando en un lodazal con el sabor metálico de la sangre en la boca.
---
El enajenado cerro el sobre que contenia la carta y la metió bajo la tapa de su novela favorita. Aspiro con efusión el cigarrillo, lanzo una bocanada de humo celeste que se disperso en el aire y salio de la habitación para recibir al amigo que le visitaba.
Conciencia
hoy en día nadie le teme a los fantasmas, contrarestan sus miedos con amuletos modernos como la logica, incluso existen personas que acechan a los muertos como a artistas, solicitan su magica presencia y una demostración de sus poderes sobrenaturales.
Pero yo todavía tengo historias que contar refirio el hombre de figura liviana y rostro iluminado por la luz mortecina que derramaba el hacha. Su sombra escribia un sortilegio en la pared de la cripta.
nos juntamos mas a el, sentados animosos sobre los féretros. la luna redonda, siniestra, recogida por las manos de las losas de mármol agito nuestros sentidos, la voz de nuestro narrador nos resulta fraterna y su mirada que parece remontarse enciende nuestra imaginación.
Cualquier persona que hubiera presenciado nuestra reunion habria muerto de la impresión, la verja del cementerio chirriaba y llenaba con su lastimero quejido todo el cementerio. Y sencillamente enmudecio, dejó de hacer su molesto ruido cuando nuestro amigo comenzo su relato.
Recuerdo que fue hace veinticinco años, alumbraban las calles las farolas puestas para la fiesta, serpentinas de colores colgaban de los andamios de las tiendas, la gente andaba con la alegria como divisa , la banda de musica tocaba en la plaza y el cielo nocturno se llenaba de estrellas artificiales.
La felicidad en aquella fecha era como la viruela o el sarampión, era necesario llevar una sonrisa en la cara a cualquier parte. Pero el descubrimiento de lo horrible apago la antorcha del animo y la juerga con el efecto de un estornudo sobre la flama de una vela.
Sobre las piedras de un caminito que llevaba a este cementerio los paseantes encontraron el cuerpo de una mujer cubierta por pocas hojas amarillas de la estacion e iluminada por la sangre que salia de su brazo derecho. La sangre aprovechaba la ausencia de la mano para estancarse en la calle.
La autoridad de inmediato inicio la investigación, la alegria se transfiguro en palida mueca. fiesta, jubilo, bombardas, risas, musica, fueron supeditadas por miedo, silencio, lamento y réquiem. De inmediato los mas viejos en sus conciliabulos hablaron de sepulcros profanados y muertos vueltos a la vida por fuerza de las maldiciones.
La mentes perturbadas por el horrible asesinato asintieron, en poco tiempo el panico domino a la ciudad, habian hombres y mujeres que nublados por la creativas ensoñaciones de otros mucho mas credulos habian visto sombras pasear entre las cruces y epitafios con una objeto blanco que soltaba luz propia, una mano blanca.
Incluso los niños soñaban la mano en sus habitaciones, moviendose de aquí para alla, escondiendose detrás de cortinas, muebles y sombras para aparecer junto a la almohada rozando con un frio dedo la mejilla del pequeño o escondiendo los zapatos para que el infortunado tenga que buscarlos debajo de la cama y encontrarse con la diestra de pesadilla.
la policia no encontró al responsable del asesinato, motivo para que la leyenda sobreviviera y permanezca hasta el siguiente siglo. sin embargo otro acontecimiento cimento las historias sobre apariciones, espectros que no concilian el sueño eterno y deambulan entre nosotros con la consigna de la venganza en sus cabezas.
El narrador se quedo callado y nosotros esperabamos algo mas, una frase final, la cereza de su cuento pero solo nos entrego su sonrisa iluminada por el fuego,
Mientras el se alisaba los harapos nosotros conversabamos, el misterio por saber quien habia matado a la mujer nos llenaba la boca de supuestos, concluimos que habria sido un fantasma o algo parecido.
Ante nuestra rapida solución al crimen, el amigo nos observo con desesperanza, nos recrimino como lo haria un padre con sus hijos y nos dijo:
Puedo asegurarles que estan equivocados, los muertos no pueden hacer mas que recordar lo que hicieron cuando estuvieron vivos.
No entiendo porque matarian a una mujer y le cortarian la mano, pregunte ansioso y el desdibujandose, apagandose haciendose mas transparente respondio casi en un suspiro, mordiendo el sollozo.
-Por amor y traicion, probablemente.
Amanecia, decidimos volver a nuestros sepulcros, mientras yo me despedia de los camaradas desde la puerta de la cripta vi al cuentista que regresaba a su feretro, volvi para agradecerle sus buenas maneras y al acercarme al ataud abierto donde nuevamente reposaba el narrador le vi abrazado y besando una mano de blancas falanges
y dedicaba la mayoria de sus besos a una sortija
que parecia soldada al hueso.